Spallanzani, explicacion general

 Notas que pueden ayudar a comprender el TP que resolvimos hoy (y la contrastación de hipótesis en general), especialmente a los que faltaron.


Un caso notable de experimentación inteligente en biología fue el de Lázaro Spallanzani, quien llevó a cabo numerosos experimentos con el objeto de zanjar algunas de las más resonantes controversias científicas de su época, entre ellas la de la ‘generación espontánea’ y las diversas querellas relativas a los mecanismos de la reproducción humana y animal. En relación con esto último, Harvey había pensado que la fecundación animal no requiere del contacto de los óvulos con el líquido seminal, sino que basta que sean alcanzados por un vapor seminal (‘aura spermatica’) emanado del líquido. Varios otros sabios, además, habían estado de acuerdo con Harvey. Spallanzani intentó dirimir esta cuestión mediante un experimento ingenioso y muy recordado en la historia de la biología. Utilizó dos cristales de reloj, en uno de los cuales puso varios huevecillos de rana que quedaron adheridos a su superficie debido a la gelatina que los mantiene unidos de forma natural. En otro cristal (debajo) colocó líquido seminal. Luego, gracias a un dispositivo que ideó, pudo acercar ambos cristales a una distancia muy pequeña y dejarlos allí el tiempo que fuera necesario. En estas condiciones, si la hipótesis del aura spermatica fuera cierta, se debería poder fecundar los óvulos, dado que el vapor sin duda llegaría a ellos y no había ninguna otra variable que impidiera la fecundación (como Spallanzani en otra oportunidad corroboró, al impregnar los huevecillos con líquido seminal en idénticas circunstancias y lograr la fecundación de los mismos). Sin embargo, ninguno de los huevecillos del cristal fue fecundado - exactamente lo que cabía esperar si el contacto con el líquido es imprescindible.



Como vemos, se trata de una contrastación simultánea de dos hipótesis rivales (este tipo de contrastación doble tiene de hecho un nombre técnico: “contrastación crucial”). Las dos hipótesis rivales podrían ser formuladas de la siguiente manera:


H: Basta que el aura spermatica alcance óvulos fértiles para qué éstos sean fecundados.

H’: La fecundación de óvulos se debe al contacto con el líquido seminal y requiere del mismo.


Está claro que H fue refutada y que H’ fue corroborada en esta contrastación.


Hoy, por fines didácticos, nos concentramos en la primera hipótesis, H, sin reparar demasiado en H’.


H, que atribuye la fecundación al aura spermatica, predice el resultado de que los óvulos del experimento serán fecundados. Esto último es entonces la consecuencia observacional (CO) de H para esta contrastación. Pero acá las cosas son algo más sutiles. Es evidente que la hipótesis H de que la fecundación es debida al aura spermatica no conduce por sí sola a la conclusión (predicción, consecuencia observacional) de que los óvulos del experimento van a ser fecundados. Para concluir esta CO a partir de H debemos agregar información o premisas adicionales como la siguiente: los cristales están lo suficientemente próximos como para que la postulada aura spermatica alcance los óvulos del cristal superior. También debemos suponer que las condiciones del experimento (colocar los óvulos en cristales, por ejemplo) no anulan la capacidad de ser fecundados de los óvulos. También, obviamente, debemos indicar que se hace el experimento (es decir, colocando los óvulos sobre un cristal enfrentado a otro con líquido seminal, etc.). Estas suposiciones adicionales que hacen falta para poder derivar (concluir) la consecuencia observacional a partir de la hipótesis H se denominan hipótesis auxiliares. Si abreviamos todas estas hipótesis auxiliares como “HA”, podemos decir que el primer paso de la contrastación consiste en decir:


Si la hipótesis H es verdadera y las HA son verdaderas, CO debe ser verdadera.


O, más sencillamente:


(H & HA) ====> CO



Este, como ya sabemos, es el primer paso (paso lógico) de la contrastación: determinar, razonando, qué predice/implica la hipótesis puesta a prueba, qué consecuencia observacional pertinente tiene para este caso. Pero notemos que la CO no es implicada por H sola, sino por H en conjunción con las hipótesis auxiliares HA. Esto se debe, como dijimos, a que el razonamiento para concluir/derivar CO a partir de H no es del tipo:


H

==== (por tanto)

CO



Sino más bien:


H

HA

==== (por tanto)

CO


De ahí que el condicional que constituye el primer elemento en el esquema de la contrastación sea “(H & HA) ====> CO”, y no “H ===> CO”.


Vamos al segundo paso de la contrastación: determinar (por observación) si la CO derivada es verdadera o no. En este caso, como vimos, CO resultó ser falsa, por lo cual escribimos ~CO como segundo paso:


(H & HA) ====> CO


~CO


¿Qué podemos inferir de estas dos premisas? Empleando el modus tollens, podemos inferir que el antecedente del condicional que aparece como primer paso es falso; más precisamente, inferimos la negación de dicho antecedente:


(H & HA) ====> CO


~CO

——————————

~(H & HA)


(Este razonamiento es la estructura del famoso “esquema de la contrastación” que piden en los parciales, en este caso uno de refutación). ¿Qué indica la conclusión del razonamiento? Sabemos por lógica que negar una conjunción (H & HA), o afirmar que es falsa, equivale a afirmar que al menos uno de sus miembros es falso, esto es, que ~H v ~HA (no es cierto H o no es cierto HA). En otros términos, cuando no se cumple CO, no podemos concluir sin más que la hipótesis principal, H, es falsa; sólo podemos concluir que o bien la hipótesis H es falsa o bien alguna de las hipótesis auxiliares HA es falsa. ¿CO resultó falsa porque la hipótesis es falsa o porque es falsa alguna hipótesis auxiliar? ¿Los óvulos no se fecundaron porque el aura spermatica no tiene, después de todo, capacidad de fecundar (es decir, porque H es falsa) o porque, digamos, los cristales no estaban colocados lo suficientemente cerca como para que alcanzara los óvulos (es decir, porque una HA es falsa)? La sola falsedad de CO (es decir, el hecho de que no se cumplió la predicción) no nos dice por cuál de estas dos posibilidades debemos optar (considerar falsa H o considerar falsa alguna HA). Sólo concluiremos que H es falsa (~H) si suponemos que las hipótesis auxiliares HA son verdaderas (para lo cual podríamos tener buenas razones). En otros términos, sólo rechazaremos H si confiamos en las HA empleadas. En ese caso, podríamos concluir que H es falsa mediante un razonamiento válido, pero agregando en el esquema anterior, como premisas independientes, las HA:


(H & HA) ====> CO


~CO


HA

——————————

~H


 En otros términos: si H junto con HA predicen una CO que no se cumple, pero aceptamos la “inocencia” de las HA, podemos deducir correctamente que el “culpable” entre los dos sospechosos iniciales (H y HA) es H.


Naturalmente, esta no es la única alternativa posible. Quizás alguien podría intentar retener la hipótesis H “salvándola” de la evidencia contraria. Para ello, deberá optar por considerar falsa, no a H, sino alguna de las suposiciones adicionales (hipótesis auxiliares) que se utilizaron para derivar CO. Podría, por ejemplo, explicar el resultado adverso (el hecho de que no se fecundaron los óvulos) alegando que había algo en las condiciones del experimento que los tornaba infértiles (por ejemplo, colocarlos sobre un cristal). Esto último es una hipótesis ad hoc: una hipótesis que se emplea para defender la hipótesis puesta a prueba de un resultado adverso, proponiendo que era falsa una hipótesis auxiliar (y no la hipótesis puesta a prueba). En este ejemplo, la hipótesis ad hoc pone en cuestión la hipótesis auxiliar que decía que las condiciones en el experimento no afectaban la capacidad de los óvulos de ser fecundados: dice que el error estaba allí, en esa suposición, y no en la hipótesis del aura spermatica.

   Notemos también que Spallanzani se precavió contra esta posible defensa ad hoc de la hipótesis: mostró, mediante otro experimento, que los óvulos son fértiles bajo esas mismas condiciones experimentales (ver texto). Así, corroboró de manera independiente una de las hipótesis auxiliares, haciendo más difícil la defensa ad hoc de la hipótesis del aura spermatica (bloqueó una “escapatoria”).


  Por último, dos cuestiones de terminología. Tal como se arman los esquemas de contrastación, entre las hipótesis auxiliares suele incluirse una que enumera las condiciones relevantes del experimento antes de obtener el resultado, es decir, nos dice qué se hizo en el experimento y nos da los detalles particulares relevantes del mismo. A este tipo de enunciado, que también es clasificado como hipótesis auxiliar, se lo denomina enunciado de condiciones iniciales. En el ejemplo que venimos viendo, el enunciado de condiciones iniciales sería algo como lo siguiente: “Se colocan dos cristales de reloj enfrentados a una pequeña distancia uno encima del otro, el inferior portando líquido seminal y el superior con óvulos fértiles adheridos”.


   El segundo punto terminológico es el siguiente. En los exámenes a veces se les pide responder algo sobre los “enunciados de dato”. Bueno, un enunciado de dato (a veces también llamado, más brevemente, “dato”) es simplemente un enunciado que me dice cuál fue el resultado del experimento u observación (en una contrastación científica). En el ejemplo que venimos dando, el enunciado de dato sería: “Los óvulos no fueron fecundados”. (Obviamente, si las cosas hubiesen sucedido al revés -si se corroboraba la hipótesis del aura spermatica - el enunciado de dato habría sido “Los óvulos fueron fecundados”). Como ven, los enunciados de dato pueden coincidir con lo que afirma la CO o decir algo que la contradice; en el primer caso el resultado (“dato”) es favorable a la hipótesis (corroboración), en el segundo, desfavorable (refutación).

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