Inductivismo (y críticas popperianas)

Nos referirnos al problema de la evaluación de las hipótesis científicas y comenzamos a hablar sobre la concepción inductivista de la justificación de las hipótesis de la ciencia. Luego explicamos algunas de las críticas que dirigió Karl Popper a esta concepción de la ciencia.


Según los inductivistas (Keynes, Carnap, Reichenbach, etc) la corroboración de una hipótesis consiste en hacerla altamente probable al acumular datos favorables (o, al menos, en ir incrementando esa probabilidad). Así, una hipótesis bien corroborada es una hipótesis que, aunque no sea absolutamente segura (verificada), puede convertirse al menos en casi segura al ser altamente probable. El objetivo de la ciencia, según esta concepción, sería obtener teorías cada vez más probables, hacer que nuestro conocimiento sea lo más seguro posible al acumular evidencia o datos en su favor.


Esta concepción implica un criterio de progreso científico y un criterio de elección o preferencia de teorías:


* Deben preferirse las teorías más probables.

* El progreso científico consiste en la probabilidad creciente de nuestras teorías.


Vimos también que esta posición recibió críticas interesantes, sobre todo del epistemólogo Karl Popper. Hoy explicamos una de sus críticas más fundamentales a la concepción inductivista de la ciencia. Es bastante interesante.


Esta crítica apunta contra la tesis inductivista de que el objetivo de la ciencia es buscar teorías cada vez más probables y seguras. Vimos por qué esto le parece errado a Popper: las teorías más probables son las menos informativas; las teorías con más contenido informativo son las menos probables. Dado que históricamente la ciencia busca teorías con contenido informativo creciente, debe buscar teorías que, estrictamente hablando, tienen probabilidad decreciente. Si buscamos las teorías más probables, debemos proponer teorías que nos digan lo menos posible sobre el mundo, que arriesguen lo menos posible, y por tanto estaríamos buscando teorías triviales de escaso contenido informativo.


Esto vale tanto para la probabilidad absoluta como para la probabilidad condicional o relativa. Una teoría H altamente probable relativamente a cierta evidencia o dato E es una teoría que dice muy poco más que lo que ya decía el dato E: su contenido informativo adicional es muy escaso. Por eso, buscar las teorías más probables relativamente a cierta evidencia o datos E es buscar las teorías que trasciendan lo menos posible lo que afirma E: las propuestas más conservadoras u obvias.


Dado que en la ciencia buscamos teorías que sean interesantes y de alto contenido informativo (y, por ello, altamente contrastables), buscamos teorías que son arriesgadas, que por eso mismo se exponen a posibles refutaciones, dice Popper. La teorías de la ciencia, por eso, son empíricamente refutables. No en el sentido de que sean falsas o necesariamente refutadas, sino en el sentido de que corren riesgos de ser refutadas, dada la gran cantidad de información que aportan y ponen en juego. Dejan muchos flancos abiertos, “exponen su cuello”, hay muchas situaciones imaginables que, si se dieran realmente, las refutarían. Tienen una vida llena de peligros (a los que muchas veces sucumben, por cierto). Las contrastaciones científicas, según Popper, tienen como objetivo controlar estas teorías audaces más que hacerlas probables; la evidencia empírica, según Popper, puede a lo más corregir propuestas inadecuadas pero nunca asegurar o convertir en altamente probables las hipótesis propuestas.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Otro examen previo

Parcial anterior

Ejercicio tipo examen